(La experiencia del Gran Cañon: caminando bajo el sol, durmiendo bajo las estrellas)
Cada vez que me siento delante del ordenador para contar aquello que he vivido durante la ultima semana, tengo la sensación de que no tengo palabras para ello. Si lo que acabo de hacer me parece más sobrao que lo que lo ya había hecho y eso ya era la hostia, que digo, ¿que es la rehostia? jejeje. Bromas aparte , hay que ser bastante poeta para expresar con palabras las cosas que se viven y quedan marcadas en tu memoria, porque esto no se me va a olvidar tan facilmente... De momento me conformo con contaroslo y poneros unas fotos, ya si eso los versos para otro dia jejeje.
Viernes, 16:00 de la tarde. El deposito lleno, las mochilas preparadas, mi ya oficialmente amigo y fotografo profesional Dani al volante, su amiga la peliroja Sara venida desde tierras Noruegas expresamente para esta aventura, a los mapas y aqui el menda echando la siesta para no perder las buenas costumbres. Diez horitas de viaje y un punto en el horizonte: El Gran Cañon del rio Colorado.
Nos disponiamos a realizar una ruta a pie de 4 dias a través de uno de los sitios menos turisticos del Gran Cañon, en la reserva india de Havasuapi. Un trail que se divide en dos, el Royal Arch Trail y el Tonto Trail, conectados por una especie de senda zigzageante. Unos 50 kilometros con más de 1000 metros de desnivel, y que nada tenían de camino de flores, más bien al contrario.
Para mi además de toda una experiencia nueva iba a ser todo un reto y es que creo que nunca había hecho un pateo de mas de un dia con todo lo que ello implica: comida y agua para 4 dias, saco, esterilla, ropa, utensilios de cocina... en total unos 17 kilos más o menos que parece que no, pero a la hora de andar pesan un montón.
Total que llegamos alli pero como había que coger una pista de tierra que no sabiamos muy bien donde estaba, nos perdimos. Asi que acampamos en medio del bosque, a lo loco, y a la mañana siguiente dimos con el sitio. Cuando estabamos a punto de salir aparecieron tres personas. Uno de ellos, que parecía el guia, nos pregunto que donde ibamos, que si habiamos hecho los deberes, que esa ruta el la hacía en 5 o 6 dias, que no era facil y tal, asi que yo me acojone un poco, pero tampoco nos importo demasiado:
yo tengo cojones de navarro, el Dani esta muy curtido en esto y la noruega tenía más huevos que los dos juntos jejeje.
El primer dia fue suave. 5 horas andando, todo bajada, un sendero dificil por el que había que ir con mucho cuidado, unas foticos, admirar y disfrutar del paisaje, los primeros dolores de pies y hombros, racionar el agua (cada uno llevabamos 8 litros) y llegada al primer campamento donde pudimos relajarnos y disfrutar del atardecer, de una jugosa cena de sobre y de la salida de millones de estrellas que nos acompañaron en el cielo durante toda la noche: impresionante.
En las fotografias se hace imposibe apreciar la inmensidad de ese paraje. Es todo tan grande que se hace imposible abarcarlo de un vistazo. Es por ello que había momentos en los que de repente parabas de andar y te quedabas empanado mirando a tu alrededor y pensando: esto es jodidamente grande, y todavia no he visto el rio jejeje. Como podeis ver, es un paraje tipico de desierto, a pesar de estar a casi 200 metros: cactus, plantas que necesitan muy poca agua, algun cactus, tierra roja color arcilla, piedras y pedrolo gigantes, erosion y escorrentias, muchas lagartijas :), algun lagarto, pajarillos, ratones y alguna rana perdida en las charcas.
El segundo día de caminata se presentaba duro: mucha distancia y tramos dificiles en los que el ritmo disminuía en favor de nuestra seguridad. Avanzamos durante una hora por el plateu hasta comenzar a bajar el barrranco que se formaba por la caida natural del agua de lluvia. Siempre siguiendo los mojones de piedras. Tramos arenosos que se mezclaban con roca solida en los que alternabamos paseos ligeros y rapidos con escaladas y saltos de roca en roca. Lo único seguro era que no se paraba ni un momento jejeje. Anda que te anda hasta que llegamos a un cortado que a priori no tenia solución, hasta que la encontramos: Había que seguir por una cornisa en donde el camino s eterminaba para dejar paso a una pared en la que no quedaban más huevos que medio escalar e ir despacito para no caer los 20 metros que nos separaban del suelo jejeje.
Una vez superada la dificultad, el camino transcurria por un rio seco en medio de gos gignatescas paredes. En ese momento nos perdimos un poco del camino de mojones y estuvimos una horita haciendo el mamon, hasta que nos dimos cuenta... Por fin llegamos hasta el Royal Arch, el arco natural mas grande del Gran Cañon, acompañado de un pedrusco enorme que a saber como se había formado. El camino terminaba en una cascada por lo que había que dar la vuelta y buscar la senda que nos llevaría a la playa a la orilla del rio donde pasariamos la noche.
Este fue uno de los momentos de tensión porque quedaban pocas horas de luz y no encontrabamos el camino a seguir. Hasta que el explorador Daniel dio con él y empezamos a patear como alma que lleva el diablo hasta el siguiente punto conflictivo: un rapel de 7 metros que no queriamos hacer de noche.
En estos momentos de tensión, cansancio y nerviosismo es donde te das cuenta de que en verdad tienes más fuerza dentro de la que crees. Cansados como estabamos y sabiendo lo que nos quedaba por delante, te obligas a seguir y a dar un paso tras otro porque sabes que no te queda otra que llegar, que si no estas jodido, que nadie va a llevar tu mochila ni va a ir a salvarte el culo. También es donde se ve que no te sobra ni una caloria ni una de las gotas de agua que ingieres, todo se transforma en la energia quimica y esta en mecanica paso a paso, salto a salto, en todos y cada uno de tus cansados músculos.
Y asi hasta llegar al rapel, poner el arnes y bajar uno a uno y a las mochilas, muy divertido. 30 minutos más de descenso hasta el rio y nuestra recompensa: Un baño a la luz de las estrellas en el rio Colorado y noche sobre una arena blanca y fina. No se porqué pero hay veces que cuanto más cansado estas, menos duermes... esas cosas de la vida, toatl después de 10 horas andando jejeje
El tercer dia de caminata tambien se presentaba largo aunque el camino, a pesar de empezar a picar hacia arriba, era algo mas facil. Dejabamos atras el Royal Arch Trail para seguir por el Tonto Trail. Fue una jornada en la que el viento nos acompaño de principio a fin, bendecido cuando era a favor y maldecido hasta la saciedad cuendo soplaba en contra. Empezamos a subir hasta dejar el rio muy abajo y bordeamos cada meandro entre cortados de roca roja. Cañones hacia adentro y cañones hacia afuera, y en cuanto te descuidabas, tramo hacia arriba y tramo hacia abajo. Tus pasos, los de tus compañeros y el viento fueronnuestros unicos compañeros de viaje en una larga jornada siguiendo el rio por su margen derecho.
En esos momentos ya no sabes en que pensar para obligarte a seguir andando y una canción se repite en tu cabeza, y despues otra y vuelves a la primera y sigues andando. Los descansos se agradecen pero el volver a andar es una tortura porque te duele la espalda, y luego el talón y una ampolla... pero sigues caminando porque no te queda otra, y aunque parece sacrificado, te la estas gozando y al final se agradece porque el esfuerzo vale la pena.
También vimos gente bajando el rio con barcas, dicen que hay una lista de espera de unos dos años... ¿alguien se apunta? jejeje.
Nos habíamos fijado como meta dormir en el Cooper Canyon, para que el último dia no fuese tan largo. Una vez llegamos allí, cenamos y nos dispusimos a dormir, se puso a llover, asi que a montar la tienda y a apretujarse cuales sardinas en lata mientras pasaba toda la noche sin parar de llover. El resultado fue que se mojaron los sacos, la roipa, la tienda e incluso mi mochila, asi que recoger, barrita energetica y en ruta de nuevo.
El camino que nos quedaba el ultimo dia hasta llegar la coche era todo subida, unos 800 metros de desnivel mas o menos. Asi que mojados y habiendo dormido poco nos pusimos en marcha con la primera luz del dia. Lo que a nuestra altura había sido lluvia, en las cumbres fue nieve, a primera vista lo justo para mancharlas de blanco. Conforme fuimos avanzando y subiendo, llegamos hasta el ultimo cañon, y esta vez en vez de pasarlo, lo seguimos hasta el final en una subida dura pero con unas vistas impresionantes. Nos juntamos con una Rangers y nos dijo que en el parking había nieve hasta las rodillas, asi que con mas resignación que alegria jejeje empredimos camino de vuelta al coche. Una subida infinia hundiendote en la nieve que nos hizo utilizar hasta el ultimo aliento, pero finalmente lo conseguimos,
Al final, después de mucho sufrir pero más disfruta, lo conseguimos. Ya tan solo quedaba la vuelta a casa, para empezar 30 millas de pista con 20 cm de nieve, un par de trompos y quedarnos atascados en la nieve para continuar por carreteras nevadas y tormentas de nieve que hacian imposible ver nada. A casa llegamos a las tres de la mañana asi que todavia estoy recuperando jejeje. Una experiencia de las que te marcan y que habra que repetir...
Esta semana en MKL MUSIC, un temazo que no escucho demasiado pero que andando por esos lares se me metio en la cabeza y ahi sigue: Bonye M, Rivers of Babylon. Disfrutarlo:
Besos y abrazos. Mkl.
