Este año el invierno en Utah se
está haciendo esperar. Parece que este fin de semana por fin ha llegado pero a
cuenta gotas. Han caído las temperaturas y las montañas por primera vez se
muestran bajo una fina capa de nieve. Creo que el año pasado por estas fechas
ya había quitado el polvo de los esquís y realizado las primeras bajadas, este
año todavía toca esperar. Si bien se echa de menos la nieve, también se
agradece que el mal tiempo no haya llegado todavía. Por una parte es un engorro
vivir rodeado de nieve por no hablar de los problemas a la hora de conducir,
por otra me permite seguir disfrutando de fines de semana en la naturaleza que
sin el calor de los rayos del sol serían imposibles. Ahora que se ha cambiado
la hora es muy triste que para las cinco y poco de la tarde se haga de noche.
Nada más llegar de trabajar ya estas a
oscuras y eso deprime un poco. No sé si ahorra energía o no pero si fuese por
mi, no la cambiaba… Es por eso que es tan importante poder disfrutar de los
últimos fines de semana soleados. Varias cosas que contaros:
Hace un par de semanas no
desplazamos hasta Moab, si esa ciudad en medio del desierto que no parece que
sea Utah. Un ambiente muy internacional, gente en la calle, terrazas llenas de
gente bebiendo cerveza y miles de cosas que hacer en sus alrededores son sus
señas de identidad. La verdad que una escapada a Moab nunca defrauda. Como ya
he puesto muchas veces estas fotos tan solo pondré esta; rememorando lo primero
que vi en Utah y un video que se ha currado el amigo Antonio, ¡Vale crack!:
El fin de semana pasado hice una
escapada rápida a City of Rocks en Idaho. La City es uno de esos lugares
mágicos que parecen salidos de la nada y que cuanto más vas, más te gusta. El
clima desertico nos acomàñó: calor durante el dia aunque tan solo bajo el sol y
un frio terrible por la noche que unido a la ingesta de algún alimento en mal
estado me hizo pasar una de las perores noches que recuerdo. Hilo, Chris y yo
escalamos Teather of Shadows , llamada así por los juegos de luces y sombras
que se crean en sus paredes al atardecer. Una via muy facilita de 4 largos que
disfrutamos en la soledad del silencio, ya que no había nadie más en varias
millas a la redonda. Después de eso yo di mi jornada por concluida mientras mis
dos compañeros continuaban peleando con las fisuras de granito hasta que se
quedaron sin luz. Asi lo cuenta mi amigo Hilo Moreno: http://www.hilomoreno.com/2013/11/dando-la-bienvenida-al-frio-en-el-lejano-oeste-idaho/
Este fin de semana he hecho dos
cosas: el viernes fuimos a un bar de country, de esos en los que la gente lleva
botas y sombreros vaqueros y bailan en filas con pasos que tan solo los asiduos
cada fin de semana conocen… Muy bien el sitio pero no es mi estilo… eso si, vi
algo que me alegró bastante la vista (mirar el video si no me creéis)...
Ahora mismo he vuelto de escalar
en las paredes de cuarcita de Ogden. Un sitio muy chulo pero que tiene una
aproximación infernal al tener que ascender por un pedregal enorme para acceder
a los pies de vía. Ayer nevó, así que estaba todo medio nevado, muy bonito. Os
pongo unas fotos:
Voy a acabar con una reflexión
que llevo tiempo posponiendo pero que me ha tenido una semana pensando en ello.
El fin de semana pasado leía con tristeza en distintos medios que una chica de
Zizur de 30 años fallecía debido a un paro cardiaco mientras disputaba la
Behovia-San Sebastián. Se llamaba Arantxa y estudió conmigo en el instituto. No
es que fuésemos amigos pero si cuando una persona joven muere te da pena, el
sentimiento es más profundo cuando la
has conocido…
Lo primero me gustaría dar el
pésame a su familia y amigos, a nadie le debería suceder esto con todo una vida
por delante. Mucho ánimo.
Lo segundo es que todo esto me ha
hecho reflexionar sobre como todos mis problemas, preocupaciones y disgustos
pierden la importancia que yo les daba ante cosas como esta. Que más dan esos
problemas diarios que todos tenemos a diario,
todas esas cosas tienen solución y más tarde o más temprano se acabarán
arreglando. Yo digo que nos enfrentemos a la vida con una sonrisa de oreja a
oreja y que tratemos de disfrutarla a tope, como si no hubiese mañana. Que cada
uno decida como quiere vivirla, que la comparta con sus seres queridos, que la
disfrute y que al mirar atrás no se arrepienta de no haber hecho aquello que
siempre has querido hacer o decir a alguien y nunca lo has hecho o dicho. Al
fin y al cabo seguimos vivos, y lo único seguro es que algún día, mejor más
tarde que pronto, nos llegará la hora y mirando atrás, podremos decir que hemos
vivido una gran vida, porque como dijo el gran Andrés Montes, “La vida puede
ser maravillosa”.
Me despido ya. No sin antes
dejaros con un temazo de Barricada. El próximo fin de semana se separan
definitivamente. Nunca ha sido lo mismo desde que hace dos años perdiesen al
alma del grupo, pero estos tíos llevan 30 años demostrando que son rockeros de
la cabeza a los pies. 30 años que han dado para pasear sus canciones por
innumerables escenarios y para unir a distintas generaciones cantando juntas
canciones memorables que no tienen ni tendrán fecha de caducidad. Ya no
disfrutaremos de sus directos pero sus discos nos acompañaran para siempre.
Larga vida a Barricada y como dijo el poeta de la barba y el sombrero: “El que
no quiere a los barri, no quiere a su madre”
Besos y abrazos. Mkl.
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